ada caso de VIH tiene nombre propio
Vitoria. Valentina Vera. La palabra Sida corresponde a las iniciales del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. El Sida es un estado avanzado de la infección causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que provoca la destrucción progresiva del sistema inmunitario.
En una primera fase, el VIH se multiplica activamente en las células infectadas. El sistema inmunitario responde disminuyendo la presencia de virus en la sangre, aunque no impide que los virus sigan presentes y continúen afectando a otros órganos. Durante varios años el organismo puede permanecer en esta situación de aparente equilibrio, pero el VIH se sigue multiplicando en las células e infectando otras nuevas. Finalmente, si no se accede al tratamiento se produce un debilitamiento paulatino de las defensas del organismo. Aparecen entonces los signos y síntomas propios de la enfermedad que definen el Sida.
En el mundo la cantidad de personas que conviven con VIH es aproximadamente de 33,3 millones.
No son sólo cifras, cada una de las historias por la que es contagiada la enfermedad es diferente. Y cada uno tiene su propia experiencia. Esta enfermedad no distingue colores, ni razas, ni estratos sociales…
El momento más duro para una amplia mayoría de los afectados es cuando les informan de que son portadores del virus. “Siempre voy a recordar el día que me dieron el diagnostico, aquel día que se desenrolla en mi cabeza como un film cinematográfico…. Era un hermoso día de verano, mes agosto, me extrajeron la sangre, algo me decía que esto iba a salir mal… tenía ese presentimiento, mi pareja era positiva, ya lo habían diagnosticado, ya me había hecho 2 pruebas y habían salido negativas. Ésta era la tercera del año, evidentemente había un proceso en el que el virus se hacía notorio ante las pruebas de diagnostico”, cuenta Cristina. Pero su historia no acaba aquí. Al día siguiente, como era habitual Cristina se acercó al hospital para visitar a sus pacientes, la enfermera la noto pálida y le preguntó sobre la fecha de su última menstruación. En ese momento ella no supo responder, corrió a la farmacia a por un test de embarazo, el cuál dio positivo.
Al conocer la noticia se derrumbo “Ser madre, ha de ser la cosa más maravillosa de la vida, cuando sabes que vas a ser madre el mundo puede convertirse en el paraíso, llevar un ser humano en el vientre es una sensación indescriptible… pero ¿cómo lo asumes cuando sabes que puedes poner en riesgo la vida de ese nuevo ser que está dentro de ti?,¿Cómo saber si le estás haciendo daño? Si está en peligro ¿Cómo meter una cámara y preguntarle si quiere ser tu hijo? Si estás haciendo bien o estás arruinando una vida”. Los médicos le aseguraron que su hija nacería sana, que debía solamente alimentarse bien, cuidar de ella. “Mi embarazo fue muy triste, sin querer ese momento maravilloso se convirtió en una carrera contra el VIH, no podía permitir que mi hija naciera contagiada”. “Azul nació por cesárea, jamás tomo mi pecho, recibió terapia preventiva como todos los niños, al año le hicieron la prueba y estaba sana.”
La mayoría de los niños de madres portadoras de VIH nacen sin el virus, ya que en el momento en el que una mujer se queda embarazada se establece un tratamiento especial a partir de las 16 semanas . También es aplicado durante el parto y durante los próximos 45 días de vida del recién nacido. Según declaraciones vertidas por María Collado, enfermera en un hospital donostiarra desde 1997 a 2007 han dado a luz 96 personas infectadas, sólo en dos casos se ha visto afectado el niño por la enfermedad.
En cuanto a los datos de SIDA en España son los siguientes:
Los expertos aseguran que el mejor método de prevención es la información. Que a través de ella y de los nuevos avances científicos se puede reducir el número de afectados. En España a partir de los 80 comenzaron a surgir diferentes entidades para la ayuda de la lucha contra el SIDA.
Sidálava es una de ellas, nace en 1987 como una asociación privada sin ánimo de lucro, dispuesta a ayudar y concienciar a la población sobre la prevención del VIH, la promoción de la salud, y la atención apersonas que sufren exclusión social. Llega un momento, a principios de los 90 en el que la asociación empieza a encaminar su proyecto no sólo a la ayuda a personas con VIH, sino que a ayuda de población más desfavorecida, ya sean reclusos, prostitutas, inmigrantes. “Nos empezamos a plantear la creación de nuevos espacios de ayuda al ver que las personas que acudían a nuestro centro tenían problemas más allá de la mera enfermedad” comenta Mikel, uno de los trabajadores sociales.
“En esa época había mucho consumo de drogas duras, la necesidad hacia a muchos reutilizar jeringuillas y a raíz de ello se producían más contagios”. Por ello, Sidálava decide crear el P.I.J ( reducción de daños y punto de intercambio de jeringuillas). El programa consiste en la entrega de jeringuillas estériles, reciclado de jeringuillas además de la atención de consultas y derivaciones a especialistas de la salud. “Lo que llamamos reciclado de jeringuillas es un intercambio, ellos nos dan las usadas y nosotros le damos unas nuevas. Evitamos que las dejen abandonadas en lugares públicos además de aprovechar su visita para conocer su estado e intentar ayudarles”. Los puntos habituales se encuentran en los locales de la Comisión Antisida y en el centro de día Estrada situados en la capital alavesa.
Otro de los proyectos sociales es NAHIKARI que surge en 1994 como ayuda de la prevención entre las personas que ejercen la prostitución. El contacto se lleva a cabo en el momento del reparto de preservativos y en las visitas programadas a los lugares de ejercicio (clubes, pisos, rotondas). Una técnica en prevención entrega a la mujer la “agenda de prevención” elaborada en la Comisión expresamente para este programa y en la que se incluyen temas de su interés: el VIH y otras E.T.S., la prueba de detección de anticuerpos, consejos para el autocuidado, direcciones y servicios a los que pueden acudir, etc. “Además de ir a los lugares donde ejercen su trabajo, les incitamos a venir a nuestras dependencias y que se inscriban en los diferentes talleres que ofrecemos, que vengan a coger preservativos…así podemos estar más cerca de ellas” comenta Raquel otra de las trabajadoras sociales.
Otro de los proyectos que fueron surgiendo sobre la marcha fue el de “Gazteen Artean” SIDA y sexualidad entre aulas. Programa que nace en el año 2000. Parte de la idea de que la información rigurosa y objetiva, además del desarrollo de actitudes y conductas saludables en las relaciones sexuales, son la mejor medida para prevenir el VIH. “Es importante incentivar la participación de los/as jóvenes, así como su implicación en el proceso de aprendizaje, de forma que, de una manera lúdica, amena y divertida, adquieran los conocimientos y habilidades que les permitan la prevención del VIH”,comenta Mikel. La metodología que utilizan la califican como activa, ya que promueven la participación y la implicación del/la adolescente como única forma de lograr una auténtica sensibilización. Intervienen en Centros Educativos tanto en Vitoria-Gasteiz y como en el resto de Álava. Las charlas se imparten durante todo el curso escolar pero en tres momentos espaciados en el tiempo, con el fin de que los/as jóvenes vayan asimilando la información recibidas.
En las aulas también se reparten preservativos, se aclaran dudas y si alguien tiene alguna pregunta y no se atreve a realizarla en público facilitan a los alumnos los diferentes métodos de contacto con la asociación, ya sea vía e-mail, teléfono… Para esta asociación uno de los pilares fundamentales es informar. Por ello ponen a disposición de las personas sus diversos accesos. Los datos muestran mayor participación de los hombres con un 63% frente a un 37% de las mujeres.
Otro de las ideas que surgieron por el camino fue el reparto de preservativos por la calle y en bares de la parte vieja (zona en la que se sale de marcha por la Capital Verde Europea). “Muchas veces se instalan stands informativos,dónde además de proporcionar información damos preservativos o los vedemos a un precio muy asequible ( 20 condones por 2€), lo mismo sucede por la zona de marcha en la que en fechas señaladas o simplemente un findesemana dejamos preservativos en la barra y ponemos “cartelitos” para que los/as chavalas se percaten”.
Sidálava es una asociación que fue creciendo con el tiempo y que hoy en día cuenta con una gran consolidación en el País Vasco y a nivel internacional.