La pasarela (ex Cibeles) Mercedes Benz Fashion Week Madrid ha llegado a su fin con cinco días de intensos desfiles en los que hemos podido ver algunas cosas destacables:
La pasarela de Teresa Helbig ha vuelto a ser elegida mejor colección de la pasarela madrileña ganado el premio L´Oréal. El suyo es uno de los nombres que más eclipse está causando en los últimos tiempos. Trabajo, rigor, disciplina, elegancia y buen gusto son algunas de sus armas. Un soplo de aire fresco que tiene un muy buen recibimiento del público. Es capaz de mezclar la fragilidad y el romanticismo con la fuerza de la mujer moderna y buscar inspiración en los ambientes de los clubes de jazz. Ella maneja con mano derecha estas tres variables para presentar vestidos con corte bajo, en la cadera, y en tejidos de gasa. A veces los alterna con shorts de cuero negro y los completa con chalecos de pelo en rosa palo. En el ritmo del desfile, explota la pedrería en la tela, baja el tono de colores, desde el negro hasta el nude tan característico de la diseñadora.
El desfile de Andrés Sardá conmemorando sus bodas de oro fue de lo mejor que se ha visto en esta pasarela, no sólo en esta edición sino en unas cuantas. Así lo testificó el aplauso cerrado de todo el pabellón, puesto en pie en la salida final de su hija Nuria. La marca catalana destacó por su fantasía y sensualidad a ritmo de tango, cabaret y flamenco. Las modelos mostraron rasos, transparencias y plumas blancos, negros y azules. Podría definise como «El Rey de la lencería».
El desfile de la marca Aristocracy es una salida a las muchas ausencias que ha dejado la crisis económica en la ex Cibeles. Fue un debut con una colección de joyas amplia y vistosa. Buen gusto al alcance de casi todos. Podrían haber elaborado más en la manera de mostrar las piezas en una pasarela, porque el recurso del mono negro queda triste para un debut que podría haber sido más prometedor. Aún así sus pendientes extragrandes, las pulseras de eslabones imposibles, los collares al cuello y sobre todo, la estola de cota de malla plateada han dejado con buen sabor de boca al público de la pasarela.
La firma TCN es una de las empresas con más poderío e inteligencia del sector textil del país. Su desfile de ‘prêt-à-porter’, lleno de referencias al ‘homewear’ junto a un completo mundo de complementos nos señala que su diseñadora, Totón Comella, ha crecido como nadie. Si la semana pasada presentaba en 080 su completa línea lencera, aquí amplió el armario femenino a base de buen gusto y muchas prendas versátiles. El estilismo del desfile, impecable. Con música en directo ha comenzado el desfile. Combinando las prendas de calle que las modelos lucían sobre altas cuñas,con ropa interior donde las modelos salían de cuatro en cuatro. Prendas de punto, combinadas con tweet y cuero, con looks casuales acompañadas de sombreros borsalinos y donde no han faltado ni los cuadros escoceses en pantalones y chaquetas.
Desde la casa Jesús del Pozo, su equipo creativo dirigido por Ainhoa garcía va a intentar con tenacidad sacar adelante la firma tras el fallecimiento del prestigioso diseñador y con la ayuda de los perfumes lo conseguirá. La primera colección sin el maestro fue un tránsito por el estilo sobrio del creador madrileño. Superposiciones, capas, prendas XXL, mantos sobre hombros y cabeza… todo correcto, pero habrá que ser paciente y esperar a sucesivas temporadas para ver si fluye la magia.
La catalana Sita Murt es una experta en mezclar hilos y colores, añadiendo delicados detalles en prendas envolventes. Como resultado, una feminidad dulce que cualquier mujer estaría dispuesta a lucir. Ropa cómoda y ligera, especialidad de la diseñadora. Chaquetas y vestidos de punto no han parado de salir desde el backstage para desfilar ante los ojos de todos los espectadores. Dulces prendas en las que lo impactante llegaba con unos vertiginosos escotes en la espalda y, cuando eran delanteros, acababan en pico. La compleja maquinaria comprada en Japón ha dotado a su fábrica catalana de una modernidad inusuala.
El bueno de David Delfín se ha tenido que ver con la soga al cuello, nunca mejor dicho, para firmar una excelente colección mixta. minimalista pero muy original. El desfile ha comenzado con looks 100% en blanco con pequeños toques mostaza en cuello y puños, una propuesta bastante sorprendente para una colección de invierno. Poco a poco han ido apareciendo los tonos crudos, el gris y el negro en la pasarela. La novedad de esta colección ha sido la incorporación del estampado animal print en negro y gris. El apoyo de sus amigos Bimba, Alaska y Mario Vaquerizo que cantaron para hacer un final apoteósico hará que se convierta en difícil de olvidar.
La depuración de Juan Duyos salta a la vista. En este último desfile escogió una rica paleta de tonos campestres, salpicada con apetecibles dorados que iban de lujo con las joyas que Carrera y Carrera le cedió para envolver mejor su colección. Languidez es la palabra que mejor le define. Una colección ligera que acaricia la silueta de los años 20’s, reinterpretándola a través de largos vestidos en tonos candy.
Dos nombres jóvenes con muy buenas trayectorias: por un lado Ion Fiz, cada vez más maduro en su oficio, y Moisés Nieto, joven valor, sin duda entre los mejores de El Ego.
Los peleteros se rearman con el frío. Los desfies de Jesús Lorenzo para Groenlandia y Miguel Marinero estuvieron a la altura de la temporada. Piezas modernas y un tratamiento con mucha tecnología han hecho que la piel sea atractiva para un target cada vez más joven, tanto masculino como femenino.
Mercedes González Sánchez-Grande